EL ANCESTRAL EROTISMO DEL HABANO
El habano abrazado en los labios de una hermosa dama es una imagen seductora, quizas porque el instinto masculino proyecta en su imaginario a una mujer atrevida a la cual las palabras dulces no seducen tan rápido como las más directas e íntimas confesiones de un amante en ciernes, deseoso de encauzar sus anhelos más animales. Una seductora imagen que despierta y crea una avalancha de ferormonas que despierta los anhelos masculinos Tal vez, esas ferormonas que vitalizan la lujuria masculina provenga del secreto mejor guardado de los habanos: en su mayoría pasan, en algún momento, por las manos (e incluso muslos) de una mujer. Ellas son las que le dan ese toque delicado a un producto salido del terroir, antes de llegar a la boca de los o las fumadoras, con la bendición femenina. Muchas son las etapas de elaboración de un habano donde el sexo femenino interviene, ya sea ensartando las hojas y haciéndolas descansar en parihuelas hasta que se sequen, o escogiendo las mejo